Enrique Gómez-Correa y La Mandrágora (1938): “la poesía hasta sus últimas consecuencias”.
Teófilo Cid asegura que fue Vicente Huidobro quien les contagió el surrealismo, a su vuelta de Europa, en la década de 1930, cuando el poeta regresaba con lecturas y vanguardias que serían irresistibles para cierta generación literaria en Chile, la del ‘38. Otros sostienen que el Grupo Mandrágora germinó antes en Talca, a comienzos de la década de 1930. Hay pruebas de ello como la revista Dirigible (1933). Fue en el Liceo de Hombres de Talca, en donde se encuentran por azar objetivo, como diría Bretón, los tres motores que más tarde darían vida a La Mandrágora en Santiago, un 18 de julio de 1938. El primer movimiento surrealista chileno, a decir de Octavio Paz, fue más radical que el europeo creado por André Bretón 10 años antes.
Aunque constituido en Santiago, tiene antecedentes claros en la actividad de tres adolescentes en Talca: Enrique Gómez Correa, talquino, Teófilo Cid y Braulio Arenas, el primero venía de Temuco y el segundo de La Serena.
El 12 de mayo de 1933, Enrique Gómez Correa edita junto a ellos la revista Dirigible, “dirigida y editada por muchachos del Quinto Año B del Liceo de Hombres de Talca”. Hugo Morán en su Historia del Liceo de Talca asegura que “un exalumno, menor en edad que ellos nos aseguraba recordarlos leyendo y comentando sus propias composiciones bajo una frondosa araucaria, que adornaba el parque del liceo y agregaba: yo no los entendía y aún sigo no entendiéndolos a pesar de todos mis esfuerzos”. (Morán: 162).
Explica Braulio Arenas que la influencia de La Mandrágora sobre poetas Latinoamericanos posteriores a su tiempo “ha sido más bien latente que ostensible. Y eso está bien por excelencia, los poetas deben ser los creadores de su propia obra, sin necesidad de árboles genealógicos. La Mandrágora opera, en cierto sentido, con la virtud de una leyenda, como si un grupo de hombres australes hubiera intentado llevar la poesía ‘hasta sus últimas consecuencias’, hasta donde el sueño y la vida cotidiana dejen de oponerse contradictoriamente”. (Baciu: 36)
Dice Enrique Gómez Correa frente a la pregunta de Stefan Baciu: ¿Cómo y cuándo se fundó La Mandrágora? “El azar ha jugado en la vida del grupo Mandrágora un papel fundamental desde su fundación. Fue el azar el que hizo que sus tres fundadores nos reuniéramos durante los años 1932 y 1933 en Talca, ciudad volcánica, ubicada en la zona central de Chile, para estudiar en el Liceo de esa ciudad. En aquel entonces Talca presentaba un marcado estilo medieval, feudal, en cuanto se refiere a sus costumbres y su estructura social. Braulio Arenas venía de La Serena, vale decir, del Norte Chico, cuya región se caracteriza por sus minas y los buscadores de metales. Teófilo Cid llegaba desde Temuco, del sur del país, caracterizada por su frondosa vegetación y lluvias. Y yo era de Talca, que sobresale por sus temblores y terremotos y sus abundantes viñedos. Así Arenas aportaba los metales, Cid el elemento vegetal y el agua, y yo, el alcohol y la violencia telúrica. ¡Misterio, misterio alquímico del que saldría La Mandrágora!” (Baciu: 25).
Mientras Huidobro publicaba “Total”, donde los mandragóricos colaboran una vez que emigran de Talca a Santiago, preparan el estreno en la capital de Chile. Dice Gómez Correa en el libro de Baciu: “Nuestra primera manifestación pública la hicimos con un recital poético en el auditórium de la Universidad de Chile el 18 de julio de 1938 en el que participaron Arenas, Cid y yo”. (Baciu:25). A fines de ese mismo año, en diciembre, aparece el primer número (de siete) de la revista Mandrágora, bajo la dirección de los tres poetas.
Otros datos señalan que la fecha es el 12 de julio de 1938, en el Salón de Honor de la Universidad de Chile cuando Arenas, Cid y Gómez Correa leen sus manifiestos y poemas “ante un público curioso y expectante. Es el lugar y fecha bautismal del movimiento poético llamado Mandrágora” (Cuadernos N°58: 50). Un antecedente similar viene del boletín editado del Comité Explosivo formado en Talca, en 2013 para celebrar los 75 años de La Mandrágora. “(…) La primera manifestación pública, que es considerada por sus integrantes como el acto fundacional, fue un recital poético en el auditórium de la Universidad de Chile el 12 de julio de 1938. Allí Jorge Cáceres, uno de los oyentes de solo 14 años, se une indisolublemente a esta cofradía secreta. En diciembre de se mismo año se imprimió la primera revista del mismo nombre. Luego entre 1938 y 1941 vendrían seis números adicionales: en ellos colaboraron poetas amigos como Vicente Huidobro, Gonzalo Rojas y Pablo de Rokha” (Surrealismo en Chile, a 75 años de La Mandrágora).
“Muertos Breton y Benjamin Péret, ningún otro poeta o artista surrealista tiene más autoridad y más razón de hablar sobre el Surrealismo en Latinoamérica que Jacques Hérold: en París mantiene desde largos años amistad estrecha con Lam y Matta; en Santiago de Chile había colaborado en varios números de La Mandrágora , ilustrando libros de Braulio Arenas, Jorge Cáceres y Enrique Gómez-Correa y en Buenos Aires las revistas publicadas por Aldo Pellegrini estudian su pintura e incluyen su colaboración (Baciu: 68).
La Mandrágora, según señala Bernardo Subercaseaux: “fue un discurso vanguardista de obturación de la realidad y, como tal, uno de resistencia espiritual, con una lógica artística y no social. Fue una estética surrealista y freudiana asumida rabelesianamente, sin medias tintas, tras lo cual estaba el intento de una vanguardia radical en lo estético, que estuviera totalmente fuera de la realidad, o que se derramara de tal modo sobre ella hasta hacerla desaparecer”.
Referencias:
Blume, Jaime. (1997). Las cosas al parecer perdidas. Literatura y lingüística, (10), 223-231. https://dx.doi.org/10.4067/S0716-58111997001000012
https://www.memoriachilena.cl/602/w3-article-613.html
http://www.bibliotecanacionaldigital.gob.cl/bnd/623/w3-propertyvalue-669981.html
Baciu, Stefan. (1979). Surrealismo Latinoamericano, pregustas y respuestas. Ediciones Universitarias de Valparaíso. Cruz del Sur, 1979.
Cuadernos N°58, Fundación Pablo Neruda. (2006). Año XVII, número 58, Santiago de Chile.
El Mercurio, Artes y Letras, 1995 (revisar cita)
Morán, Hugo. (1977) Historia del Liceo de Hombres N°1 de Talca. Talleres Escuela Industrial Salesiana “El Salvador”.
Surrealismo en Chile (2013), a 75 años de La Mandrágora, programa oficial 1938-2013.