Leyenda del folclor talquino
Honorio Concha Bravo nació en Talca el 2 de octubre de 1902, sus padres fueron Gerónimo Concha Silva y Victoria Bravo Muñoz. Estudió en Liceo de Hombres de Talca hasta los 14 años para luego trasladarse a Santiago donde se inició en la composición musical folclórica.
Sus primeras obras datan de 1925 con la creación de la tonada chilena “La parva de paja”, formando parte tradicional del folclore nacional.
Inició su carrera administrativa en 1921 cuando ingresó a la Subsecretaría del Ministerio del Interior. Desarrolló importantes funciones en el recién creado Ministerio de Tierras y Colonización y se retiró del servicio público en 1939 cuando ejercía el cargo de jefatura en la Dirección de Lavaderos de Oro, en Andacollo.
Regresó a su ciudad natal en 1939 dando inicio una actividad comercial sin dejar de escribir vivencias sobre costumbres y paisajes campesinos, a pesar que nunca vivió en el campo, en sus letras reflejaba en el arte popular del folclore.
Una de las obras más significativas para los talquinos es la creación del himno del club deportivo Rangers de Talca en 1952, con ocasión de la celebración de las bodas de oro del equipo talquino.
Cuarenta obras
Selló su rol musical con más de 40 obras registradas en el Pequeño Derecho de Autor, que fueron conocidas y grabadas por sellos discográficos, tanto a nivel nacional como internacional. Su creación está basada en un ambiente costumbristas, tal queda reflejado en “Decía el chico Parrita”, “Primavera en el campo”, “El compadre palacios” y “El paseo a San Javier”, “Me llaman la negra linda”, que la hizo propia la cantante Ester Soré, entre otras tantas cuecas, tonadas, vals y canciones.
El 13 de enero de 1956, la Municipalidad de Talca le entrega una placa recordatoria en reconocimiento de su amplia obra folclórica la que incluyó la siguiente leyenda: “La Ilustre Municipalidad de Talca, rinde un cálido y sentido homenaje por su vasta labor artística, al compositor musical hijo de esta tierra, Honorio Concha Bravo. Talca 1955. Firma, María Urcelay de Mesías. Alcaldesa de Talca”.
En relación a este homenaje, Honorio Concha señaló al diario La Mañana del 16 de enero de 1956 que “ha sido una distinción que me ha movido de cerca mi espíritu. Créame que he vivido momentos de mucha emoción. Mi afición al folclore data del año 1920, cuando aún estudiaba”.
Honorio Concha Bravo falleció de un infarto cardiaco el 23 de enero de 1960 en Valparaíso, a los 57 años de edad, mientras visitaba a familiares y amigos talquinos en un viaje que acompañado por su señora. Sus restos fueron sepultados en Talca, con recogimiento ante tan inesperado deceso.