Fundación: 9 de octubre de 1743, con el nombre de “San Josè de Buena Vista”.
Población 102.717 habitantes
Extensión 1.328 km2
El sector que se extiende entre los ríos Teno y Lontué, según lo definió el Gobernador Josè Manso de Velasco, era intransitable y peligroso en varias épocas del año y se le conoció como “la Isla de Curicó”.
A principios de siglo XVIII se instalaron en el lugar precarias edificaciones, lo cual puede considerarse como el primer intento fundacional. La instalación del Convento de San Francisco en 1731, afianzó la opción de establecer una villa.
El Gobernador Manso de Velasco visitó la zona en octubre de 1743 y los vecinos le hicieron la petición formal para fundar una población, la cual denominaron San Josè de Buena Vista.
El 9 de octubre de ese año de 1743, doña Mónica Donoso viuda de Labra y don Pedro N Solorza hicieron donación de cien cuadras de tierra para este fin. Ese mismo día, Manso de Velasco extendió el acta de fundación, dando a la villa el nombre de San Josè de Buena Vista.
En el documento notarial se deja constancia que se fundará en ese territorio “una población de españoles”, la cual erige con el nombre ya citado
Como los vecinos interesados en establecerse excedían los solares repartidos, el Gobernador autorizó que quienes no tuvieron cupo, tomaran tierras, pagando a sus dueños el monto.
Al día siguiente, 10 de octubre de 1743, en la plazuela del Convento, el pregonero anunció la fundación.
Como Superintendente de ese acto, fue designado Félix Donoso.
Se discutió sobre la ubicación de la plaza, la cual quedó muy distante del Convento de San Francisco, como así también la Iglesia Matriz de San Josè, en este último caso, se resuelve su traslado hasta un lugar central, que es donde hoy se encuentra.
El 2 de noviembre de 1744 Manso de Velasco dio cuenta al Rey de la fundación de la villa San Josè de Buena Vista (nombre que, al igual que otras localidades, no conservaría por cuanto seguiría siendo llamada Curicó).
Pero, por la humedad del sector y la amenaza de inundaciones, la población fue trasladada en 1747, bajo el gobierno de Domingo Ortiz de Rozas, a un lugar más adecuado, que es el actual.
Curicó siempre trató de emular y competir con Talca. De esta forma, como lo hizo esta última ciudad, tramitó el otorgamiento de un escudo, con la leyenda de “Muy Noble y Muy Leal”, lo cual no logró y sólo recibió el título de “ciudad” en 1830. Este escudo fue cambiado en los festejos del bicentenario en 1943, para expurgarlo de los resabios monárquicos.
En la división administrativa que hizo el Presidente Blanco Encalada en 1826, estableció la Provincia de Colchagua, extendida desde los ríos Cachapoal al Maule, quedando Curicó como capital y Talca bajo su jurisdicción.
Ante los reclamos de los piducanos, en 1833 el Ministro Portales les prometió establecer la provincia si votaban favorablemente la Constitución promulgada ese año. Éstos dieron la aprobación y la Provincia de Talca se creó el 30 de agosto de 1833, dejando de pertenecer Talca a Curicó.
Sin embargo, el 27 de noviembre de 1936 se crea la provincia de Curicó, pero disminuida en su territorio.
Tras varias disposiciones administrativas de esta índole, el decreto ley 2.339 del 10 de octubre de 1978, estableció la regionalización siendo Talca capital de la VII Región.
Curicanos destacados, entre otros, son el General Director de Carabineros Josè María Sepúlveda Galindo (1917-1988) quien ejerció ese alto cargo hasta el 11 de septiembre de 1973, manteniéndose leal al Presidente Allende, Hijo Ilustre de Curicó en 1971. René León Echaiz (1914-1976) historiador, diputado por la zona en 1971 e Intendente de Curicó en 1960, miembro de la Academia Chilena de la Historia. Autor de la Historia de Curicó en dos volúmenes.