El talquino que gestó el Museo O’Higginiano
Guillermo Feliú Cruz nació en Talca el 3 de mayo de 1900. Historiador, bibliófilo y académico estudió en el Instituto Nacional y en el Liceo de Aplicación. Más tarde ingresó a la Facultad de Derecho de la Universidad de Chile, pero pronto la abandonó, para dedicarse por completo a sus lecturas y estudios históricos, transformándose en un historiador autodidacta bajo la tutela de sus maestros Enrique Matta Vial, José Toribio Medina, Domingo Amunátegui Solar y Ramón Laval.
Feliú Cruz tuvo una destacada participación en la creación del Museo O´Higginiano y de Bellas Artes de Talca, obra largamente ambicionada por la ciudadanía talquina. Desde Santiago, como Director de Bibliotecas Archivos y Museos, puso todo su empeño y colaboración para sacar adelante este proyecto junto al subsecretario del Interior Jaime Silva. La obra fue inaugurada y entregada a la comunidad el año 1964.
En octubre de 1968 echó las bases y presidió la Sociedad de Historia y Geografía de Talca, reuniendo para ello a un grupo de intelectuales y amigos con inquietudes históricas. Al respecto un artículo de diario La Mañana fechado el 9 de diciembre de 1972, afirma que Guillermo Feliú Cruz: “Periódicamente viene a presidir las sesiones a las que agregado a su renovado entusiasmo entrega su capacidad intelectual, su extraordinaria memorización de la historia patria, con lo que éstas resultan de una amenidad científica de gran valor histórico”.
Entre los reconocimientos recibidos por Guillermo Feliú Cruz se encuentra el otorgado por el municipio talquino el 26 de octubre de 1968, cuando le fue impuesta la Medalla de Oro y declarado Hijo Ilustre de Talca. En la oportunidad el alcalde José Fernández Llorens, dijo a diario La Mañana: “Si queréis saber por qué le honramos en nuestro Municipio revisemos las escuetas cifras: 68 años de existencia; 48 años de servicios en la Administración Pública; 43 años en la educación universitaria; medio siglo consagrado a las letras; 200 obras editadas en las variadas disciplinas que abraza su vocación…” Y, en diciembre de 1972 la Academia Chilena de la Historia del Instituto de Chile le otorgó la Medalla de Honor, en reconocimiento a su dilatada labor en favor de las letras y la historia de Chile.
Gran parte de su vida estuvo dedicada a la recopilación y difusión de las fuentes históricas, en especial aquellas relativas al siglo XIX, como una manera de continuar la obra de José Toribio Medina que abarcó el mundo colonial. Sus recopilaciones más importantes son: el Epistolario de Diego Portales, la Colección de Historiadores y documentos relativos a la Independencia de Chile y la Colección de Antiguos Periódicos Chilenos.
Se interesó por el estudio de las obras históricas y la perspectiva de sus autores. Por ejemplo Benjamín Vicuña Mackenna, Diego Barros Arana y José Toribio Medina, entre otros. También fue prolífico en sus estudios biográficos sobre personajes chilenos y americanos. En este sentido se destacan sus trabajos sobre Ricardo Palma, Diego Portales y José Toribio Medina. Desde su cátedra en la escuela de Derecho de la Universidad de Chile, desarrolló su interés por la historia jurídica y de las instituciones, publicando estudios y estimulando a los estudiantes en estas materias, antesala de la historia económica y social.
La trayectoria intelectual de Guillermo Feliú Cruz es notable. Diario El mercurio del 9 de diciembre de 1973, dedica una página en la que destacados intelectuales realizan una semblanza desde los distintos ámbitos de su vida: El Historiador, El Universitario, El Bibliotecario, El Hombre.
Eugenio Pereira Salas refiriéndose al historiador, nos dice que Guillermo Feliú Cruz es quien “ha expuesto con claridad el desarrollo de la autoconciencia patria en el proceso historiográfico, y por eso sus libros, monografías, ensayos y compilaciones, forman uno de los instrumentos más valiosos para asentar sobre bases objetivas los juicios de valor que hacen de nuestro pueblo un arquetipo de esfuerzo para realizar grandes empresas ciudadanas”.
El escritor Roque Esteban Scarpa, haciendo alusión al bibliotecario, lo describe así: “a los 21 años tiene la tuición sobre el Museo Histórico Nacional; a los 26, asume la jefatura de la sección Americana de la Biblioteca Nacional y recibe en calidad de Conservador, primero y único hasta el presente, el muy rico tesoro bibliográfico que el desvelo, la paciencia, la previsión y la sabiduría de don José Toribio Medina juntara”.