Poeta Augusto Santelices: “El Mataquito desemboca en el cielo”
Entre sentencias judiciales e hileras de maíz, el juez rural Augusto Santelices aparece dictaminando el encierro o la libertad. Como un señor feudal recibe al pueblo para que dirima en el patio de su casa, un domingo o sábado, sus disputas de territorio. Muchas veces no fue necesario ir al Juzgado de Letras de Licantén para abuenarse, para devolverse las gallinas que se pasaron al patio del vecino, o los caballos que cruzaron la otra orilla del estero peligrosamente lejos de su patrón. Así era el juez-poeta.
Augusto Santelices nace en Vichuquén el 14 de septiembre de 1907. Estudia en el Liceo de Hombres de Talca hasta los 12 años cuando se traslada al Liceo Valentín Letelier en Santiago. En 1925 ingresa a Derecho en la Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales de la Universidad de Chile. Su memoria de grado la tituló “Esquema de una situación económica-social de Iberoamérica” (1930). En el contexto de sus estudios universitarios funda la revista “Mástil” y es colaborador frecuente de Las Últimas Noticias, El Mercurio y las revistas Zig-Zag y Letras de Santiago, La Prensa de Curicó, La Mañana de Talca y la revista “Curicó Magazine” dirigida por Manuel García Aranda.
Santelices, el juez rural, es también el juez poeta. Cultivó (literalmente) la actividad literaria en forma paralela a su labor de abogado. Su poema “Oda a la Botella” fue traducido a varios idiomas, Pablo Neruda incluso le dará lectura en encuentros a los que asiste. Como estudiante de derecho, en 1926, escribe el ensayo “El Imperialismo yanqui y su influencia en Chile”. En 1929 aparece su libro “El agua en sombras” que elogios en la crítica. En 1936 publica “Romances de luces y espadas”. En 1970 lanza su libro “Un hijo es como un Río” con ilustraciones de Pedro Olmos. En sus obras Augusto Santelices usó el seudónimo “Homero de Iloca”, su poema mayor, “Un hijo es como un río”, será premiado en Chile y Argentina. Aabogado, notario, conservador de Bienes Raíces, jubiló como Juez de Letras del Departamento de Licantén. Fue regidor por Licantén y más tarde alcalde por dos períodos. En 1976 es declarado Hijo Ilustre de Vichuquén.
Santelices fallece el 1 de mayo de 1980 a los 73 años. Sus restos se encuentran en el cementerio general de Licantén y el Liceo de esta ciudad lleva su nombre. Naín Nómez, estudioso de su obra, destaca su poema-carta a Jorge González Bastías: “mantiene la tradición ruralista y popular que se enhebra en la poesía chilena desde fines del siglo XIX y prácticamente recorre todo el siglo XX. Su obra no se enmarca en las vanguardias, pese a su incorporación al movimiento runrunista, aunque igual puede apreciarse una modernización en las imágenes que se equilibran con un verso rítmico de gran musicalidad y limpieza estética”. Según Emma Jauch: “El amor por la tierra se traducía en Santelices en el conocimiento del nombre de cada árbol, de cada planta. Recorrer al lado del poeta los predios aledaños, los fértiles campos de Lora, las riberas del lago Vichuquén, las costas de Llico e lloca, era descubrir un universo mucho más allá de lo que logran ver los ojos”. Para Matías Rafide, Santelices “posee un seguro dominio de la metáfora, dentro de un adecuado marco de sencillez y autenticidad. Su poesía presenta dos líneas: una de cautivante espontaneidad que expresa los temas y motivos familiares y del paisaje costino, especialmente el río Mataquito,
elemento fundamental en su obra, tópicos que no constituyen merodeos descriptivos o anecdóticos, sino belleza y alegría de vivir… Otra línea la constituye su sentido más hondo del existir, especialmente ‘Un Hijo es como un Río’, que encierra un claro simbolismo”.
Autor: Eduardo Bravo Pezoa