Hijo de padres chilenos, Manuel Rojas nació en Buenos Aires el 8 de enero de 1896 y falleció en Santiago el 11 de marzo de 1973. Su infancia es nómade y sufrida, a los 10 años parece un adulto. Va y viene entre Chile y Argentina. En 1906 regresa con su madre a Santiago oculto en trenes, a pie, vive en conventillos y conoce a los personajes de sus futuras novelas y cuentos. Dicen sus biógrafos que dejó la escuela formal a los 11 y que a los 17 publicó su primer poema, Gusano, en la revista de Los Diez. En 1929 a los 33 años publica Los delincuentes.
Fue un autodidacta de 1 metro 80 el que revolucionó el lenguaje chileno con la mejor novela del siglo XX. Hijo de Ladrón (1951) inaugura en Chile la corriente de la conciencia, cuya fabulosa fuerza (se le compara a Roberto Bolaño, o Bolaño se nutre de él) le ayuda a obtener el Premio Nacional de Literatura, en 1957.
A Rojas se le inscribe en el superrealismo con Juan Emar; pero es universal, camina a la par con James Joyce y William Faulkner.
De militante socialista tiene poco y de anarquista mucho. Su narrativa (escribe cuentos, novelas y poesía) baja de Los Andes como un alud. En La herida (fragmento de Hijo de Ladrón) escribe: “Podrá o no haber, a tu alrededor, gente que se interese o no se interese por ti y que quiera o no quiera ayudarte; si la hay y se interesa y quiere, podrás llegar a ser conservado, excepto si tu herida, esa herida que ni tú ni nadie puede ubicar, pues está en todas partes y en ninguna: en los nervios, en el cerebro, en los músculos, en los huesos, en la sangre, en los tejidos, en los líquidos y elementos que te recorren; excepto si tu herida, digo, puede con todo y con todos: con la medicina, con la educación, con tus padres, con tus profesores, con tus amigos, si es que llegas a tener todo eso, pues hay innumerables seres humanos que no tienen ni han tenido medicina, educación, padres, profesores ni amigos, sin que nadie parezca darse cuenta alguna de ello ni le atribuya importancia alguna (…)”.
El cronista talquino Benito Riquelme escribe en su columna: “Sus protagonistas son los hombres sin mañana. Desertores en la guerra, ratas de bajos fondos en la paz. Son los que llevan la antorcha para incendiar a Roma (…) pero vienen de un vientre humano y no pocas veces con la ternura anónima de una madre a quien la miseria no les permitió conocer”. Memoria Chilena reseña que Manuel Rojas tuvo que “desempeñar múltiples oficios en su vida: apuntador de teatro, cuidador de faluchos en Valparaíso, obrero y viajero incansable; experiencias que quedaron plasmadas en textos como A pie por Chile, Lanchas en la bahía o los escritos recogidos en su Antología Autobiográfica”.
Le invitamos a revisar sus libros y biografía, en una página escogida: www.manuelrojas.cl y en https://archivospatrimoniales.uc.cl/handle/123456789/53400
La última selección de sus mejores cuentos fue publicada en junio de 2021 (Manuel Rojas, cuentos completos, ediciones UAH) https://ediciones.uahurtado.cl/libro/manuel-rojas/ Acceda acá a material de prensa: recortes de diarios y revistas provenientes del Fondo de Referencias críticas del Archivo Benito Riquelme del Centro de Documentación Patrimonial de la Universidad de Talca.