Desde fines del siglo XIX la prensa de carácter escrito comenzó a ser significativa en la ciudad de Talca, editando diarios y periódicos cuyo objetivo era estimular la opinión pública de la época. Aunque muchos de ellos eran considerados medios de propaganda de la elite política o de grupos con intereses particulares, tales como la iglesia o el artesanado, otros tenían un claro proyecto de discusión política, difusión judicial o un naciente sentido comercial. Entre estos medios de comunicación encontramos El Alfa (1844), La Bandera Republicana (1846), EL Faro del Maule (1850), El Talquino (1850), El Artesano (1866), El Obrero Católico (1867), El Radical (1870), La Libertad (1880) y La Actualidad (1892).
Entrado el siglo XX, Talca siguió avanzando en términos culturales, sobre todo en el nivel de alfabetización que iban adquiriendo los habitantes de la ciudad. De acuerdo al Censo de 1907, 19.530 personas sabían leer, cifra que representaba el 51,3% del total de la población urbana de la capital maulina, lo que dejaba a Talca por sobre el promedio nacional que alcanzaba al 40%. En este contexto de principios de siglo y de la celebración del centenario nacional es que los talquinos contaban con tres periódicos de circulación que abastecían sus ánimos de conocer lo que pasaba en el país y en el resto del mundo. Así, de cara a 1910, los habitantes de Talca leían La Libertad, La Actualidad y La Mañana.
Este último, La Mañana, fue fundado el 15 de noviembre de 1906 por Enrique Prieto Hevia. En 1912 fue adquirido por Vicente Rojas Labarca. Inicialmente de corte liberal, su duración casi centenaria estuvo marcada por la neutralidad e independencia en materia informativa, siendo conocido, además, por haber contado entre sus filas con importantes cronistas y escritores que actualmente representan parte del patrimonio cultural del Maule. Entre estos destacan Fortunato Rojas Labarca, Francisco Hederra Concha, Joaquín Edwards Bello y Benito Riquelme González. Este último fue quién más escribió para el diario, destacándose sus “Crónicas Talquinas” por ser escritos en torno a la vida social y cultural de la capital de la región del Maule durante gran parte del siglo XX.
La Mañana, en su larga trayectoria como medio, tuvo un rol preponderante en algunos logros para la región, posicionándose como un promotor comprometido de iniciativas beneficiosas para los habitantes de la zona como la construcción del paso Pehuenche, ruta transfronteriza que conectaba Chile con Argentina inaugurado en abril de 1961 y el surgimiento de la Feria Internacional de la Región del Maule (FITAL), como una exposición de tecnología y productos agrícola-ganaderos del Maule.
En 1971, durante el gobierno de la Unidad Popular, el diario y sus instalaciones fueron tomadas por el Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR) en conjunto a un sector de los trabajadores de este medio de comunicación. En 1972 se ordenó la intervención de este periódico y la corte suprema falló a favor de la restitución de este diario a su dueño. Mario Bravo Toledo, hijo del Juan Crisóstomo Bravo, revive las circunstancias de la toma del diario de su padre. “En agosto de 1971 el edificio de 1 Norte, esquina 2 Oriente, fue violentamente arrebatado a su legítimo dueño don Juan C. Bravo Ramos, por una turba de un centenar de personas encabezadas por el MIR y dirigentes de izquierda quienes desalojan a su propietario y familiares, permaneciendo al interior del edificio durante más de un año, cuidadosamente encerrados y atendiendo por las ventanas con barrotes. Estuvieron con el diario tomado hasta noviembre de 1972, fecha en que fuera devuelto a su legítimo dueño por resolución de la Corte Suprema. Con la devolución del edificio desaparecieron muchas cosas, entregaron el diario sin materias primas, sin bobinas de papel, tintas, metal (plomo) repuestos etcétera, significando un muy difícil comienzo para su legítimo dueño y sin financiamiento”.
En 1985 comienza a circular el diario El Claro y luego en 1989 la familia Aldana Norambuena funda diario El Centro en la ciudad de Talca, lo que vino a profundizar la crisis de La Mañana y a poner en evidencia las debilidades gráficas e informativas que tenía este antiguo diario de la ciudad respecto de los más nuevos.
Esto aceleró el fin de este matutino que suspendió temporalmente su circulación el 21 de septiembre de 1992, reapareciendo el 20 de enero de 1994 con otro dueño César Aldana, y un nuevo formato. Su cierre definitivo ocurrió el 31 de mayo de 1996.
En la actualidad, el resguardo de este diario de gran relevancia para la región del Maule está a cargo del Centro de Documentación Patrimonial de la Universidad de Talca, organismo que vela por su conservación, restauración, investigación y digitalización para ser puesto a disposición del público regional y nacional.