Fundación: 18 de noviembre de 1852.
Nombre: San Javier de Loncomilla
Población: 45.547 habitantes.
Extensión: 1.313. Km2
En la segunda mitad del siglo XVIII y antes de fundarse la Villa de Linares, se planteó la idea de establecer una población en el valle de Loncomilla cerca de los ríos de este nombre y del Maule, dada la fertilidad de esas tierras.
Impugnó esta iniciativa el párroco de la Doctrina de Putagán Padre José Manuel Loyola quien en 1755, regentaba la Parroquia de Yerbas Buenas, estimando que era muy distante poder atender a ese sector.
Las razones del religioso fueron atendidas y el expediente pasó a los archivos.
Sin embargo esto no fue considerado en 1788 cuando Martínez de Rozas recibió la petición de hacendados de la zona para fundar la Villa de San Francisco Javier, (después Linares) pero nada se resolvió.
Años más tarde el Cabildo de Linares volvió sobre la fundación de una villa en Loncomilla, para lo cual se resolvió la venta de los terrenos de Reyes (al norte de Villa Alegre) en 1849. El Presidente Bulnes no demoró la gestión y el 21 de marzo de 1850 se dictó el decreto para la enajenación.
El 1 de octubre de 1852 estaba ya levantado el plano de la futura villa y demarcados los sitios. Los trabajos de instalación se emprendieron con rapidez y, el 7 de octubre de 1852 estaban listos para el remate los 104 solares, divididos en 24 manzanas, dejando un espacio para la Plaza de Armas para el templo parroquial y el cabildo.
El 18 de noviembre de 1852, el Presidente Manuel Montt y su Ministro del Interior Antonio Varas, firmaron el decreto de fundación de la “Villa de San Javier de Loncomilla, en el departamento de Linares”.
Sin embargo este terreno, ubicado donde hoy está, aproximadamente, el local comercial “El Mimbral” y antiguamente el fundo “La Estrella”, era demasiado húmedo por el cruce de canales y la cercanía del río. Informadas de esto las autoridades, se constituyó en el lugar el Intendente de Maule José Antonio Arellano, dio razón a lo expuesto por los habitantes y dispuso ubicar otro predio.
El cabildo de Linares solicitó al gobierno autorización para trasladar a la villa al lugar en que hoy se emplaza, lo cual fue aprobado, efectuándose un nuevo plano semejante en dimensiones y distribución al anterior, los terrenos fueron donados por Juan Antonio Pando y Justa Narváez.
Definido esto, se inició la gestión por contar con una Parroquia, aun cuando en principio se quiso dejar a la villa bajo la jurisdicción religiosa de Yerbas Buenas o Loncomilla, donde existía una antigua capilla. Pero los pobladores exigieron tenerla donde vivían.
El Obispo de Concepción, José Hipólito Salas creó, entonces, el 29 de agosto de 1861, la Parroquia de San Francisco Javier, la cual terminó de construirse cinco años más tarde; era un templo de imponentes dimensiones, que fue demolido, sin razones de fuerza, en 1960.
El 11 de diciembre de 1873 se creó la Provincia de Linares, y Loncomilla pasó a ser departamento, con residencia de Gobernador, siendo su primera autoridad, Agustín del Solar. Poco después, en 1879 se estableció la Municipalidad, con el Alcalde Manuel Antonio Errázuriz.
En 1906 se fundó el templo de la Merced, ubicado en la Avenida Balmaceda, camino a la estación.
Hijos destacados de San Javier son el poeta Jerónimo Lagos Lisboa (1883-1958), una de la grandes voces líricas de Chile, Raimundo Echevarría Larrazábal ( 1897-1924), poeta admirado por Neruda, el dibujante Renato Andrade Alarcón ( 1921-2006) creador de notables caricaturas como “Cachupin” , “Ponchito” y otras muy queridos por los niños de su época.
San Javier posee varios monumentos nacionales: el puente Maule, de 1890 y que conectó a Chile (declarado en 1993), el Templo de Nirivilo, alzado en 1832 (declarado en 1985) y las zonas típicas de Huerta de Maule y Nirivilo (de 1985). Hasta 1950 contaba con un puente de madera que cruzaba el Loncomilla hacia el poniente en el sector de Juntas Viejas, donde en el siglo XIX existieron molinos y un puerto fluvial para llevar productos agrícolas hasta Constitución.
San Javier tiene numerosos periódicos en su historia. El primero de ellos fue “El Atalaya” (1874-1911) y el último “Tribuna”, desde 1955 hasta la década de los años 70.